Museo de Antropología de Samaipata
Es un museo pequeño, guardando su aire de casa colonial, en el que las salas se disponen en “posiblemente” lo que fueron habitaciones y salones, rodeando en forma de herradura a un desnivelado patio ajardinado central.
Bien aprovechado el espacio, alberga de forma didáctica bastante información escrita y gráfica sobre las primeras etnias originarias de la región, desde su prehistoria a la aparición del inca. La entrada es gratuita si viene acompañada con el boleto del “Fuerte”.
En mi caso me parecieron muy interesantes los singulares procedimientos funerarios de la cultura Chané y el conocer a los Mojocoyas y los Yamaras, culturas que más tarde volvería a encontrar en Sucre.
Según parece compartieron temporalmente la zona de forma pacífica, e incluso participaron en ritos comunes, hasta la invasión de los guaraníes. Según algunos, fueron los mojocoyas los primeros en horadar la sagrada mole del “Fuerte”.
Tímida, pero interesante, es la exposición cerámica de cada cultura. Me sorprendió la habilidad, técnica y composición de las cerámicas “Chané “ con un valor básicamente utilitario y funerario ―lo místico se expresó en piedra―, es sorprendente el volumen de sus ollas y los estilizados huevos de arcilla en los que enterraban a sus muertos, cocidas a fuego abierto parece imposible que no sufrieran roturas.
En la composición y mezcla de la arcilla, la presión de las paredes y el control del fuego, descubrí las habilidades de las ceramistas (mujeres) que lo hicieron y aún hoy lo hacen posible.
Otra curiosidad fue descubrir la práctica de la deformación craneal, que hasta entonces creía unida a Paracas e incas, pero aquí, ampliándolo durante el viaje, descubriría la gran extensión que alcanzó su práctica. De la que aún anda por aclararse su sentido, a pesar de que aún se sigue practicando por alguna etnia africana.
Sobre el fuerte de Samaipata, un gran mural nos ayuda a situarlo en la historia y la maqueta del recinto arqueológico te permite separar los grabados incas de los antecesores, te descubre los tipos de edificación inca y aunque pocas respuestas más te ofrece de las que encontrarás en la visita al “Fuerte”, te ayuda a comprender mejor el valor de este enigmático recinto arqueológico, por ello os recomiendo que visitéis el museo antes de ir a la zona arqueológica.
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